Gracias a este documental pudimos conocer a familias que con un esfuerzo hercúleo y grandes dosis de amor conviven con el autismo en cada una de sus variantes.
Un reportaje esperanzador lleno de familias admirables, perseverantes, felices y entusiastas; como el caso de dos hermanas gemelas y sus hijos, que constatan que el autismo deja su impronta en la herencia genética o el caso de un padre guerrero, capaz de crear una escuela-hogar para garantizar el bienestar de su hija cuando éste haya fallecido. También el de una princesa con Asperger que sufrió bulling.
La importancia de una sonrisa, de un abrazo, de una muestra de afecto se hace necesaria y más siendo conscientes de que hay personas en este mundo que no pueden expresar emociones.
No nos las guardemos adentro.
Un documental emotivo, entrañable, lleno de amor y de esperanza. Unas experiencias de vida que nos enseñan cómo el amor mueve montañas.
